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Y cuál es su impacto en intralogística

Qué son los AGV's
carretilla automatizada en almacén

En un entorno de máxima exigencia y en el que la intralogística juega un papel crucial para el desarrollo de tantos mercados, la introducción a la Industria 4.0 también en el almacén, es crucial. Un aspecto en el que los AGV’s o vehículos de guiado automático tienen mucho que decir.

La robótica no es un elemento futurista en el entorno logístico y cada vez son más los retailers o distribuidores que utilizan maquinaria automatizada y soluciones goods to person para contribuir a un buen desarrollo de su operativa aprovechando las ventajas de la tecnología y el enorme valor añadido que aportan en términos de resultados.

Por eso, si has oído hablar antes de los AGV’s y sabes lo importantes que son ya en la industria, qué mejor momento que este para que nosotros mismos te contemos qué son, cuáles son sus aplicaciones, en qué industrias trabajan y cuál es su impacto en intralogística.

Definiendo un AGV

Del inglés automatic guided vehicles, los vehículos de guiado automático o automatizado son robots portátiles que trabajan en entornos industriales y cuya ruta está predefinida en función de la operativa a realizar en cada momento.

Ayudados por cámaras de visión, láseres para navegación, bandas magnéticas y ondas de radio, los AGV’s pueden mejorar su aportación de valor con los añadidos que lo convierten en una apuesta completa por la automatización.

Si pensabas que era algo nuevo, ya puedes quitarte esa idea de la cabeza, porque los vehículos de guiado automático llevan en el entorno industrial desde finales del siglo XX y aunque ahora cobran más relevancia gracias al empuje de la Logística 4.0, no es una idea del presente.

¿Quieres conocer un dato curioso?

El primer AGV se lanzó al mercado en torno a 1950. Su propulsor fue Barrett Electronics de Northbrook (Illinois) y en ese momento se trataba de una grúa que seguía un cable colocado en el suelo en lugar de un rail. Este punto de partida fue crucial para el desarrollo de AGV’s capaces de seguir marcajes UV invisibles en el suelo y el primero en instalarse fue en Willis Tower, en Chicago. ¿El objetivo? Entregar el diario correo en todas sus oficinas.

Tipos de sistemas para realizar el guiado

A colación de este dato curioso, cabe destacar que dentro de lo que conocemos como vehículos automáticos en el almacén, podemos encontrar dos tipos de guiado:

  • Vehículos filoguiados (AGV) Bandas magnéticas:

Estos pueden seguir el camino que se les ha asignado mediante un sistema de filoguiado se denominan vehículos autoguiados (o por sus siglas en inglés, AGV). En el suelo del almacén se instala un hilo que emite un campo magnético y éste es captado por la máquina. El hilo describe la trayectoria del recorrido y el AGV simplemente se limita a seguirlo.

  • Vehículos láserguiados (LGV):

Por el contrario, este es el guiado por láser. Las máquinas que lo incorporan se las conoce como vehículos láserguiados (LGV, por sus siglas en inglés) y estos elementos emiten una señal láser, que rebota en deflectores colocados en puntos cercanos al recorrido, y es leída, de vuelta, por la máquina. La diferencia de tiempo entre la emisión del láser y la captura del haz de rebote se calcula mediante un procesador montado en la máquina, lo que le permite saber en cada momento a qué distancia está de los puntos de control y deducir su posición. Con esa información, el vehículo realiza, por sí mismo, las correcciones necesarias para seguir la trayectoria especificada. Técnicamente, programar y modificar las trayectorias es muy fácil.

  • Vehículos Geoguiados (SLM):

Mencionada tecnología basada en el SLAM (Simultaneaous Localization and Mapping), permite a los robots localizarse (saber dónde están en la planta) y ser capaces de navegar de un punto a otro. Para que el AGV se localice, se crea un mapa de sitio del cliente con un LIDAR sujetado al robot. Esta imagen es ‘limpiada’ creando un mapa de referencia que consta de millones de puntos y guardad en la unidad central de los robots.

Gracias al algoritmo único creado, los robots pueden comparar el mapa que tienen guardado con lo que ven con el LIDAR, lo que les permite conocer su posición exacta en cada momento. A partir de ese momento, los robots ya pueden navegar solos.

La aplicación de los AGV’s en intralogística

El papel de las personas en intralogística es del todo insustituible, pero precisamente para aportarle un mayor valor, es esencial eliminar su presencia de tareas repetitivas que le desmotiven o no exploten al 100% todo su potencial.

Una parte importante de la intralogística se sustenta en la automatización de aquellos procesos repetitivos y de poco valor añadido, o con recorridos de largas distancias.

Para este tipo de operaciones es crucial contar con robots que den respuesta a los retos que se presentan en dicho entorno, que sean flexibles y escalables y que puedan realizar el mismo trabajo que apiladores, transpaletas, carretillas retráctiles, e incluso trilaterales, pero de forma automática.

En esta línea, cabe destacar que es necesario contar con un sistema de geonavegación capaz de detectar las estructuras espaciales, convirtiéndolas en un mapa bidimensional en el que se definen rutas y puntos de acción, con la posibilidad de introducir nuevas rutas o alteraciones espaciales de forma rápida y sencilla.

Asimismo, una aplicación esencial en intralogística es que estos vehículos puedan interactuar directamente con el Sistema de Gestión de Almacén (SGA) y el de Planificación de Recursos de Empresa (PRE) de cada compañía.

Por ello y, en definitiva, no dejes de tener en cuenta cuando pienses en AGV’s, que la unidad informática que gestiona las órdenes entrantes tiene que poder asignar tareas optimizadas por ruta a los vehículos, recibir retroalimentación de los vehículos, regular el tráfico y tomar el control de la flota, de manera transparente.